Seguimos con el Proyecto Promoción Museos de Málaga – PROMUMA y hoy traemos el Museo de Aeropuertos y Transporte Aéreo, único en su género en España y de los escasos que se pueden visitar en el mundo.
Está situado junto al Aeropuerto de Málaga y ocupa, entre otras, las antiguas instalaciones aeroportuarias que datan de 1938 y que incluyen la Torre de control aéreo original.
Joaquín de Carranza nos acompaña en la visita y nos cuenta la historia del Aeromuseo.
Se inauguró el 13 de noviembre de 1997 con el objetivo de mostrar la enorme evolución que el transporte aéreo ha tenido en el siglo XX y su importancia fundamental en el desarrollo de la industria del transporte y del turismo, especialmente en lugares como Málaga y la Costa del Sol.
La colección contiene más de 4.000 piezas relacionadas con la aviación y los aeropuertos provenientes de diferentes lugares de España y el mundo.
Cuenta también con una biblioteca y un archivo digitalizado de gran valor, que ponen de forma gratuita a disposición de personas interesadas en su estudio.
Además de la torre de control, se muestra publicidad y documentación histórica de aviación, se puede acceder al interior de una cabina del DC9 y ponerse a los mandos, hay motores de aviación de distintas épocas, maquetas de aviones y aeropuertos, uniformes de tripulantes de compañías aéreas y de distintas profesiones relacionadas con el día a día de un aeropuerto civil.
El Museo tiene una sala didáctica interactiva especialmente pensada para los visitantes más jóvenes. En esta sala es OBLIGATORIO TOCAR los diversos mecanismos manipulables que muestran los principios de la física aplicados a la aviación y que nos permiten conocer mejor este mundo.
A finales del mes pasado recibieron la visita escolar número 1.000 dentro de los 4 programas educativos que desarrollan.
La entrada es gratuita pero se admiten donativos para seguir completando la colección y rescatando piezas que son restauradas por un fantástico equipo de voluntarios amantes de la aviación.
No hay excusa para dejar de visitarlo. Seguro que os quedáis con ganas de volver.
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